RETRATANDO UNA MUJER EN LLAMAS
- koraarteentrometid
- 4 sept 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 2 oct 2020

Puede que os suene la nueva película de Céline Sciamma, "Retrato de una mujer en llamas" (2019). Incluso puede que la hayáis visto y disfrutado con esta preciosa historia que gira en torno a la muerte, el amor y la pintura.

Es común que en las nuevas producciones con protagonistas femeninos, los personajes reivindiquen su papel dentro de la sociedad. En este caso, Céline ha conseguido introducir esta crítica dentro del contexto francés del siglo XVIII, sin eliminar la veracidad de los hechos. Marianne (Noémie Merlant), como pintora, expone en una ocasión cómo las mujeres tenían prohibido aprender el desnudo masculino, lo que les impedía pintar grandes relatos históricos protagonizados por hombres. Por ello, la mayoría de las obras realizadas por ellas eran de mujeres. Es curioso observar cómo hoy en día, en muchos casos, el tema central de las mujeres artistas sigue siendo el cuerpo femenino o el autorretrato. Es posible que esto se deba a la búsqueda de identidad por su parte. Como ya sabemos, las mujeres han sido retratadas a lo largo de toda la historia. Sin embargo, la visión dada por sus compañeros masculinos no siempre ha sido la más apropiada o representativa.

Como observamos por el título, la película gira en torno a un retrato realizado por Marianne. Se ven ciertas escenas en las que su mano va proyectando los trazos sobre el lienzo. Pese a la gran actuación de Noémie Merlant, todos sabemos que no es su mano la que traza esas pinceladas ni la que crea el resultado final. Por ello, vamos a hablaros de la verdadera artista del cuadro: Hélène Delmaire.

La obra de esta joven artista se centra en la representación de la feminidad (entre otras cosas). Predomina el uso de colores pastel, las flores y el cuerpo desnudo y, en ocasiones, frágil de las mujeres. Todos estos elementos han sido asociados a la mujer a lo largo de la historia. Sin embargo, el objetivo de la artista es, en sus palabras, dar fuerza a la figura de la mujer y, con ello, a sus atributos. Cuando se le preguntó por el origen de esto, Delmaire respondió que descubrir lo que era ser mujer ha sido un continuo en su vida, ya que es la pequeña de la familia, con cuatro hermanos mayores. La feminidad ha sido comúnmente relegada a un espacio inferior, por ello, esta artista ha buscado reivindicar la figura de la mujer sin caer en la práctica común de adoptar características masculinas.

Esta idea coge mayor fuerza en su serie Eyeless (“sin ojos”), en los que la belleza exterior queda difuminada para centrar la atención en el interior de las personas. Con ello también busca apelar a la universalidad y no solo a individualidad del espectador. Esta serie pictórica tiene cierta relación con un momento de la película. No queremos spoilers, así que, si queréis saber de lo que hablamos, no dudéis en verla.

Para realizar los cuadros de la película, Delmaire se inspiró en las obras de Fragonard y Joshua Reynolds. Tanto los retratos como los dibujos preparatorios fueron expuestos del 20 al 22 de Septiembre del año pasado en la Galerie Joseph de París.
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