La navidad está a la vuelta de la esquina y la idealización de este periodo se ve reflejado en las numerosas películas y series de navidad. Los vestidos y carruajes de las películas de época, o las luces y canciones de las más modernas. Sin embargo, la mayoría de nosotros hemos soñado con pasar estas vacaciones en un lugar concreto: Hogwarts
Levantarse un 25 de diciembre en la sala común de Gryffindor abrir tus regalos tiene pinta de ser algo mágico. Los colores y ambiente de esa sala son, cuanto menos, acogedores. El rojo, las chimeneas, los sillones y las alfombras envuelven a los estudiantes y ayuda a la atmósfera de estudio, pero ¿os habéis fijado en las paredes? No me refiero a los cuadros o decoraciones, sino literalmente las paredes.
Pues hoy vamos a hablar de ellas. ¿Por qué? Pues porque el papel pintado que las cubre está formado nada más ni nada menos que por unos de los tapices más impresionantes del arte occidental.
Esta serie de seis tapices pertenecen al siglo XV. No se sabe exactamente dónde se realizaron, aunque se citan talleres franceses o belgas. Hoy en día, la serie se encuentra en el Museo Medieval de la antigua Abadía de Cluny. No obstante, no siempre recibieron la importancia que se merecían. No fue hasta 1844 cuando fueron redescubiertos y puestos en valor por la escritora romántica George San (su verdadero nombre era Aurora Dupín).
Recientemente, estos tapices fueron los protagonistas de la novela “La dama y el unicornio” (2003) de Tracy Chevalier.
Los maravillosos tapices presentan una gran variedad de colores y texturas. Pese a ser seis piezas, la serie sigue la temática de los cinco sentidos. En cada uno, la dama aparece realizando diferentes acciones relacionadas con un sentido.
No se sabe para quien fueron realizados, pero si se cree que fueron encargados por la familia Le Viste, a quien corresponde el escudo representado en todos los tapices. Lourdes Cabrera Martínez destaca el hecho de que cada una de las damas representadas cuente con un rostro diferente, pues indica que no fueron realizados para una mujer en concreto (una posible novia). Esto le sirvió a Chevalier para la trama de su novela.
Por otro lado, no podemos ignorar el empleo de los animales. El unicornio, unido a la dama y al frondoso jardín representado es una temática muy empleada durante la Edad Media. Junto al fénix y al dragón, el unicornio es uno de los animales fantásticos más recurrentes. El león, puede hacer referencia a la ciudad de Lyon, lugar de procedencia de la familia Le Viste. Estos dos animales hacen que estos tapices sean ideales para decorar la sala común de la casa de Hogwarts, cuyo animal es el león.
Es interesante observar la influencia oriental en esta época, perfectamente visible en los tapices. Cabrera Martínez destaca a repetición de la luna en cuarto creciente y la influencia en la ropa del momento, con el uso de los diferentes turbantes.
Volviendo a la Sala Común, hay que decir que no le dan a los tapices el valor que se merecen, pues reducir su elegancia a un papel de pared, cortado y ocultado por objetos, no les hace justicia. No obstante, es de agradecer su uso, ya que acerca los textiles medievales al presente de una manera significativa.
Dentro de esta sala se pueden identificar varios:
Junto a la chimenea, el tapiz dedicado al oído, donde aparece la dama tocando un órgano portátil.
En la pared contigua de la izquierda, ocultado bajo un cuadro, el relacionado al gusto, en el que aparece un mono comiendo y la dama está alimentando un pájaro.
Justo en la puerta de las escaleras que suben a los dormitorios vemos el de la vista, estando cortado por la puerta la parte donde se encuentra la dama sujetando un espejo en el que se ve reflejado el unicornio.
Por último, junto a la puerta, aparece el sexto tapiz de la serie, el cual no corresponde a ningún sentido. Éste está titulado: à mon seul désir.
Este ha sido un pequeño acercamiento a estas bellas piezas medievales. Si queréis indagar más, estaremos encantadas de que nos mostréis vuestros descubrimientos. También os animamos a leer la novela de Tracy Chevalier. Pero, dadas las fechas, si preferís descansar y ocupar el tiempo viendo las películas de Harry Potter, tampoco está nada mal.
¡A descansar en casa!